Quiropraxia para las hernias de disco

La Clínica de la Columna recibe alrededor de un 70% de consultas por hernias discales. Generalmente, las personas llegan abrumadas y confundidas, ya sea por la falta o exceso de información, miedo o realmente enceguecidas por el dolor. Eventualmente suelen recurrir a costosos medicamentos y dolorosas intervenciones, cuando, en realidad, deberían atacar el origen de las mismas.

La columna vertebral está compuesta por 24 vertebras, cada una separada por un disco intervertebral, que actúa como amortiguador de impactos y proporciona movilidad a la articulación entre vertebras. En su interior, los discos intervertebrales están formados por un líquido gelatinoso y cubiertos en su exterior por un anillo fibroso de consistencia dura. Cuando el revestimiento exterior que rodea un disco se desgarra, el centro blando puede sobresalir por la abertura, creando una hernia de disco.

CAUSA

La hernia discal es el resultado de la mala posición de una vértebra con respecto a sus contiguas, lo que en quiropraxia se denomina subluxación vertebral, esto provoca que la presión sobre el disco sea mayor y su funcionamiento sea ineficaz, provocando que el líquido del interior del disco intervertebral empuje la pared fibrosa hacia un solo lado hasta rasgarla o deformarla causando un abultamiento.

El motivo principal por el cual suele aparecer la hernia discal es porque se realizaron trabajos o actividades con postura incorrecta durante un periodo prolongado de tiempo, donde el disco se encuentra mal posicionado.

SÍNTOMAS

Las hernias de discos pueden ser asintomáticas, causar dolor agudo o irradiado hacia los brazos o piernas, sensación de hormigueos en los miembros superiores o inferiores, según la localización en la columna, impotencia funcional y falta de fuerza.

LO QUE SE RECOMIENDA

Usualmente, frente al diagnóstico de una hernia de disco, se suele recomendar sesiones de kinesiología, antiinflamatorios, inyecciones de corticoide o incluso,  ante la persistencia de los síntomas, una eventual intervención quirúrgica.

EL ENFOQUE DE LA QUIROPRAXIA

La quiropraxia, en cambio, ofrece una alternativa no invasiva, enfocándose en la causa y apuntando más allá de los síntomas perceptibles. La quiropraxia, que surgió en Estados Unidos hace más de cien años, es la profesión más demandada a nivel mundial en el cuidado natural de la salud y se encarga de evaluar, detectar y corregir subluxaciones vertebrales. Éstas son pequeños desplazamientos, en una o más vertebras, que comprimen los nervios que salen por entre las vertebras y provocan un mal funcionamiento del organismo.

Mediante el ajuste quiropráctico, que es un movimiento suave, seguro, específico e indoloro que el quiropráctico realiza con sus manos sobre la vertebra afectada, se realinea la vértebra y se descomprime la interferencia sobre el nervio afectado.

Existen actualmente más de doscientas técnicas distintas de ajustes, dependiendo de quién lo recibe: un bebe, una mujer embarazada, una persona mayor con artrosis u operada con prótesis o placa, se elegirá la más adecuada.

Estudiando cada caso  individual, se recomendará el cuidado más apropiado, que consta de tres fases: Intensiva, donde se busca equilibrar un sistema nervioso desequilibrado y alterado. Correctiva, donde las visitas son más espaciadas y se busca corregir, fortalecer y optimizar el estado general de la persona. Mantenimiento, una vez ya conseguida las optimas condiciones.

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