El tratamiento del cálculo renal se basa en su tamaño, tipo y ubicación
El tratamiento del cálculo renal se basa en su tamaño, tipo y ubicación
Dr. David E. Patterson, Urolog
El tratamiento de los cálculos renales depende de su tamaño, tipo y ubicación. Beber más líquidos y tomar medicamentos puede ser todo lo necesario para algunos cálculos pequeños; pero cuando los cálculos son más grandes, es posible que se requieran otros tratamientos. El dolor relacionado con los cálculos renales normalmente es producto de los espasmos desencadenados por el atasco del cálculo en el uréter, sumado a la presión sobre el riñón debido a la acumulación de orina.
Los cálculos renales se forman por minerales y sales ácidas. Aproximadamente 85 por ciento de los cálculos renales son de calcio, normalmente de oxalato de calcio. Son menos comunes los cálculos de ácido úrico, de estruvita y de cistina. Los médicos se valen de un examen de sangre y de orina para descubrir qué tipo de cálculos están presentes. Si su cálculo renal ya salió, un análisis de laboratorio también puede revelar su composición.
Muchos cálculos de ácido úrico y de cistina pueden disolverse con la administración de medicamentos y la ingesta de más líquidos, pero los cálculos de calcio son diferentes porque no se disuelven y tienen que atravesar por el sistema urinario o ser extraídos.
Beber más cantidad de agua puede ayudar a lavar el sistema urinario y eso hace más fácil sacar el cálculo. Los medicamentos que relajan los músculos en el uréter, o sea el conducto que conecta el riñón con la vejiga, también pueden ayudar a sacar el cálculo más rápido y con menos dolor.
Los cálculos renales suelen ser muy dolorosos debido a muchas razones: primero, el uréter es pequeño e inflexible, por lo que no puede estirarse para alojar un cálculo; segundo, cuando un cálculo entra al uréter, la reacción de este es de oprimir el cálculo en un intento por sacarlo y esos espasmos pueden derivar en mucho dolor; y, tercero, cuando el cálculo obstruye el uréter, la orina se acumula en el riñón, lo que ejerce presión sobre ese órgano.
La gente suele describir al dolor por los cálculos renales como un dolor en el costado que empieza debajo de la caja torácica y desciende hacia los testículos en los hombres, o hasta los labios genitales en las mujeres. A fin de aliviar el dolor de quien espera que salga el cálculo, los proveedores de atención médica generalmente recomiendan analgésicos de venta libre; aunque, a veces, se recetan narcóticos.
Los cálculos que son muy grandes para atravesar el tracto urinario por sí solos o aquellos que ocasionan problemas, por ejemplo de sangrado, daño renal o infecciones de las vías urinarias, normalmente requieren un tratamiento más invasivo.
Un procedimiento capaz de descomponer un cálculo renal se llama litotripsia extracorpórea con onda de choque (ESWL, por sus siglas en inglés) y emplea ondas de sonido para crear fuertes vibraciones que descomponen los cálculos en pedazos diminutos. Esos pedacitos luego salen del cuerpo por la orina.
Otra alternativa para extraer un cálculo del uréter o del riñón es un procedimiento en el cual una fina sonda iluminada y equipada con una cámara, llamada ureteroscopio, se introduce por la uretra y la vejiga hasta el uréter. Una vez que se localiza el cálculo, con instrumentos especiales se lo puede atrapar o descomponer en pedazos que salgan por la orina.
Cuando un cálculo es particularmente grande, puede ser necesaria una cirugía de mínima invasión. El procedimiento llamado nefrolitotomía percutánea implica extraer quirúrgicamente un cálculo renal con telescopios e instrumentos pequeños introducidos a través de una incisión de 1 cm (media pulgada) en la espalda.
En muchos casos, realizar cambios en la alimentación, aumentar la ingesta de líquidos y, a veces, tomar medicamentos puede ayudar a reducir el riesgo de cálculos renales.