Cinco claves para desenchufarse y disfrutar a plenitud de los días de descanso
Llegaron las vacaciones y al momento de viajar, a nadie se le ocurre dejar en casa sus dispositivos electrónicos. Tablets, smartphones, PC’s portátiles y otros aparatos tecnológicos van de vacaciones con sus usuarios, casi tanto como si se llevaran también el trabajo y las obligaciones. La dependencia de uso que generan puede provocar aislamiento y deterioro de las relaciones sociales, ya sea con la familia, amigos, el propio cuidado de la salud, la espiritualidad, descubrir nuevas experiencias e incluso, descansar.
¿Son realmente importantes las vacaciones?
Los dispositivos electrónicos están especialmente diseñados para ser utilizados de manera permanente y rutinaria. La realización de tareas habituales como chequear mails, responder llamadas o mensajes, mirar noticias, buscar información, etc., puede tener un impacto negativo durante los períodos que deberían ser de ocio, ya que lejos de generar descanso, provocan un deterioro en el resto de las áreas vitales (familia, amigos, salud, espiritualidad). Para evitar que eso suceda, los profesionales de los Centros de Diagnóstico DIM, señalan una serie de consideraciones y consejos que harán posible el anhelado “desenchufe” en vacaciones.
“Existe una creencia generalizada de que hay una necesidad mental y física de “parar”, explica la Lic. Dalila Acuña, Psicóloga del equipo de profesionales de los Centros de Diagnóstico DIM. De hecho, quienes llevan una vida sana y equilibrada no suelen manifestar tan frecuentemente esa necesidad de salir de su rutina”.
La importancia real de las vacaciones radica en el hecho de que permiten el descanso, el contacto con la naturaleza y con la actividad física, aspectos que definitivamente son imprescindibles para preservar la mente y el cuerpo saludables.
La “paradoja” de las vacaciones
En muchos casos al vacacionar algunos comienzan a extrañar el hogar, la cama, la rutina y paradójicamente, también “el trabajo”. Esto no permite disfrutar ese presente y empieza una insatisfacción y hastío del momento que se está viviendo y suele aparecer una necesidad de volver al hogar o a las tareas cotidianas.
“Esto se debe a que las vacaciones suponen cambios de hábitos con la intención de desconectarse de la rutina del trabajo y a algunas personas les cuesta hacerlo. A la hora de vacacionar nada suele ser igual, cuando se trata del descanso, que es la primera motivación para hacerlo, al cambiar de ambiente los ruidos externos (o la falta del mismo, dependiendo de las costumbres de cada quien) pueden provocar dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo. Los cambios en la alimentación ya sea en horarios como en calidad y cantidad de alimentos también puede provocar algunas alteraciones” afirma la profesional.
Las cinco claves para desenchufarse y disfrutar a plenitud de los días de descanso:
- Mantenerse en el presente: No girar en torno a pensamientos relacionados a los problemas o situaciones laborales que esperan al regreso. Un consejo de mucha ayuda es reflexionar si eso que ocupa el pensamiento es posible resolverlo en ese momento. Si la respuesta es que no puede ser resuelto con una acción concreta en ese momento, debe dejarse pasar.
- Priorizar: No siempre estar ocupado es sinónimo de diversión, el afán de abarcar mayor número de actividades muchas veces genera más cansancio que placer. Tomarse el tiempo para escoger y priorizar también es parte del disfrute y es mejor realizar lo que realmente produce satisfacción. Al momento de escoger las actividades se debe priorizar calidad ante cantidad.
- Moderación: Elegir lo placentero en su justa medida, respetar el cuerpo disfrutando de las comidas y las bebidas sin caer en los excesos. La moderación también aplica a los gastos.
- Respeto en la convivencia: Al viajar con otras personas la regla básica para el éxito es ponerse de acuerdo ante todo, respetar las opiniones diversas sin tratar de controlar todo lo que se vaya a hacer durante la jornada vacacional.
- Usar el cuerpo: Caminar, bailar, nadar, cualquier actividad física, incluso hacer actividades de limpieza o mantenimiento del jardín, o cualquier otra que genere desgaste físico resulta de gran ayuda para desconectarse.