EPOC: una epidemia ignorada
Por: Carlos Luna
Neumonólogo
Jefe dela División de Neumonología del Hospital de Clínicas
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una enfermedad respiratoria caracterizada por la obstrucción crónica de los bronquios lo cual dificulta el paso del aire y genera otros efectos extrapulmonares que pueden contribuir a su gravedad.
Su síntoma más característico es la disnea (sensación de falta de aire), también puede producir otros síntomas respiratorios. Estos síntomas, en especial la falta de aire, pueden restringir la capacidad del paciente para realizar actividades diarias.
La causa predominante de la EPOC es el consumo de tabaco: representa casi el 90% del riesgo de desarrollar la enfermedad. El aumento en los índices de fumadores incrementó en forma drástica los niveles de enfermedad y muerte asociadas con la EPOC en todo el mundo.
Si bien el cigarrillo es la causa más importante de la EPOC, en algunos lugares del mundo la contaminación aérea, particularmente por el humo de leña y otros denominados combustibles de biomasa, han sido identificados como factores de riesgo.
Ocasionalmente, la EPOC puede ser consecuencia de, o estar agravada por, un trastorno genético hereditario: la deficiencia de alfa-1 antitripsina.
Costos. Un factor importante es la carga económica que la EPOC representa en el sistema de salud; los costos directos e indirectos son comparables con los ocasionados por el cáncer de mama o el ACV. El tratamiento es costoso comparado, también, con otras enfermedades, incluidas las enfermedades pulmonares como el cáncer de las vías respiratorias y el asma.
En la mayoría de los países, gran parte de los costos médicos se deben a las hospitalizaciones de los pacientes, que son equivalentes o mayores a las hospitalizaciones por otras enfermedades graves, incluido el infarto de miocardio.
Diagnóstico. Por lo general, la enfermedad no se diagnostica en sus etapas leve y moderada. Esto se debe a que la EPOC se desarrolla en forma insidiosa y la disnea no suele percibirse en personas con vida sedentaria ya que al principio solo se manifiesta al hacer esfuerzos mayores.
Dado que los efectos deletéreos del humo del cigarrillo se van produciendo a lo largo de los años, y al comienzo no ocasionan una obstrucción de aire que pueda ser percibida por los pacientes, esta enfermedad suele atribuirse a “cosas normales de la edad” u otras enfermedades como el asma.
Según determinó un estudio, en América Latina, entre 8 y el 20% de los mayores de 40 años padecen de EPOC y un porcentaje importante de estos no saben que están enfermos al momento del diagnóstico. La razón es la escasa consulta a los especialistas ya que en estadíos iniciales es posible diagnosticarla sólo si se realiza una espirometría y con frecuencia la mayoría de los pacientes asisten al médico cuando los síntomas se vuelvan más graves.
La Organización Mundialdela Salud estima que en la actualidad hay 210 millones de personas afectadas con EPOC en todo el mundo. Si no se toman los recaudos necesarios, la EPOC podría llegar a convertirse en la tercera causa de muerte en el 2030.
Debido a su naturaleza progresiva, el diagnóstico temprano y el tratamiento de la EPOC son vitales, tanto para prevenir complicaciones y agravamientos de los síntomas asociados, como para mejorar la calidad de vida de los enfermos.
El diagnóstico de la EPOC se basa en la evaluación de los factores de riesgo (fumar, exposición a la contaminación), y los síntomas (tos persistente, falta de aire). Luego se confirma el diagnóstico con el uso de un espirómetro o prueba de función pulmonar.
La EPOC es una enfermedad irreversible pero tratable. Existen diferentes tratamientos que pueden mejorar la calidad de vida del paciente y también prolongarla.
Las principales recomendaciones para pacientes en etapas estables son:
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Evitar el cigarrillo y la exposición a otros humos: el cigarrillo es el culpable, en gran parte de los casos, de la enfermedad. Por lo tanto, es recomendable que los pacientes que la sufren eviten el cigarrillo.
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Recibir un tratamiento farmacológico en forma individualizada: este tratamiento no detendrá el deterioro de la función pulmonar pero alivia los síntomas, favorece la capacidad de ejercicio, reduce la frecuencia y severidad de exacerbaciones y mejora el estado de salud general de los pacientes.
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Realizar rehabilitación con profesionales multidisciplinarios: es normal que un paciente con EPOC tienda a no hacer actividades físicas porque éstas le producen fatiga. La rehabilitación respiratoria es altamente aconsejable ya que mejora los síntomas, la calidad de vida y reduce el número de hospitalizaciones.