El estado de los dientes puede afectar al corazón y el cerebro

El estado de los dientes puede afectar al corazón y el cerebro

Nuevos hallazgos resaltan la importancia del cuidado oral y su impacto en distintos aspectos del organismo, planteando la necesidad de prestar más atención a la higiene y prevención desde una perspectiva integral.

La conexión entre la salud bucal y el bienestar general ha ganado relevancia en los últimos años, con investigaciones que sugieren vínculos entre problemas dentales y enfermedades sistémicas como la demencia. Según un estudio de 2020 citado por el Instituto Nacional de Salud (NIH), las personas mayores con enfermedades de las encías o infecciones bucales tienen un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer u otras formas de demencia.

Isabelle Chase, directora del programa de residencia odontopediátrica de la Facultad de Odontología de Harvard mencionó a New York Times, que el esmalte dental, la capa externa que protege los dientes, juega un papel crucial en la prevención de problemas como caries y sensibilidad. Sin embargo, este escudo natural puede debilitarse debido a factores genéticos, condiciones médicas, hábitos alimenticios y exposición a sustancias ácidas. La pérdida de esmalte no solo afecta la funcionalidad de los dientes, sino que también puede derivar en daños irreversibles si no se toman medidas preventivas.

El esmalte dental puede verse afectado desde etapas tempranas de la vida. Según contó Chase a New York Times, problemas de salud durante el embarazo, como deficiencia de vitamina D o diabetes gestacional, pueden influir en la formación del esmalte en los dientes de los niños. Asimismo, enfermedades infantiles como el sarampión o la neumonía, así como episodios frecuentes de fiebre alta, han sido vinculados con defectos en el esmalte.

En adolescentes y adultos, el consumo de alimentos y bebidas ácidas, como jugos de frutas, refrescos, agua con gas y alimentos con vinagre, es una de las principales causas de erosión del esmalte. El café, aunque menos ácido que los cítricos, puede contribuir al problema si se consume con azúcar, ya que esta alimenta las bacterias bucales que producen ácidos dañinos. Según mencionó a New York Times, el doctor Daniel H. Fine, de la Rutgers School of Dental Medicine, los alimentos pegajosos o consumidos en pequeñas cantidades a lo largo del día también incrementan la exposición de los dientes a los ácidos, debilitando progresivamente el esmalte.

La Asociación Dental Americana recomienda cepillarse los dientes dos veces al día con pasta dental fluorada y usar hilo dental diariamente para eliminar restos de comida y placa.

El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, también destaca la importancia de limitar el consumo de azúcar y alimentos ácidos, así como de evitar fumar y reducir el consumo de alcohol. Además, aconseja esperar al menos 30 minutos después de comer antes de cepillarse los dientes, para permitir que la saliva neutralice los ácidos presentes en la boca.

Para quienes tienen esmalte debilitado o son propensos a las caries, los dentistas pueden recomendar enjuagues bucales con flúor o pastas dentales de alta concentración de este mineral.

El NHS subraya que las visitas regulares al dentista son esenciales para detectar problemas en sus etapas iniciales, cuando son más fáciles de tratar. Las revisiones periódicas permiten identificar caries, erosión del esmalte y enfermedades de las encías antes de que causen daños irreversibles. Además, los dentistas pueden realizar limpiezas profesionales para eliminar la placa acumulada y aplicar tratamientos con flúor para fortalecer los dientes.

En casos más avanzados, los dentistas pueden recurrir a tratamientos como coronas, puentes o implantes dentales para reparar o reemplazar dientes dañados o perdidos. Según el NIH, las dentaduras postizas también son una opción para quienes han perdido varios dientes, aunque requieren cuidados específicos para evitar problemas como infecciones o irritación de las encías.

La acumulación de placa en la línea de las encías puede provocar gingivitis, una forma leve de enfermedad periodontal que causa enrojecimiento, sensibilidad y sangrado. Si no se trata, la gingivitis puede evolucionar a periodontitis, una infección más grave que daña los tejidos y huesos que sostienen los dientes, según el NIH. Esta condición puede llevar a la pérdida de dientes y está asociada con otros problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares.

El cuidado dental adquiere una importancia especial en la tercera edad, cuando problemas como la boca seca y la pérdida de dientes son más comunes. Según el NIH, la boca seca, que puede ser causada por medicamentos o condiciones médicas, aumenta el riesgo de caries y dificulta actividades básicas como comer y hablar. Para aliviar esta condición, se recomienda beber agua con frecuencia, evitar alimentos y bebidas irritantes, y consultar al dentista sobre el uso de saliva artificial.

Nicolas Arzani

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