La mala alimentación induce al estrés químico
La llegada de la época navideña y el cierre del año, traen consigo una larga lista de compromisos, reuniones y encuentros que se suman a los habituales. Como es costumbre, se suele rodear los festejos de variedad y cantidad de alimentos y bebidas que, sin darse cuenta, producen malestar y desgano corporal, entre otros síntomas que traen consecuencias en el sistema nervioso central a través del torrente sanguíneo.
La quiropraxia, mediante la alineación de las subluxaciones vertebrales, ayuda devolverle al cuerpo su buen funcionamiento natural, al enfocar su atención en el cuidado del correcto funcionamiento del sistema nervioso central.
El estrés químico, producto de la mala y abundante alimentación característica de ésta época del año, genera un excesivo trabajo mecánico del cuerpo que puede ocasionar daño en el sistema gastrointestinal, glandular y cardiovascular además del cerebro.
Así, cambios físicos cerebrales como llanto, insomnio, depresión, falta de energía o dolores en la cabeza, espalda, cuello y hombros, entre otros, son causados por una disfunción química cerebral.
Esta alteración que se produce en el balance de los mediadores químicos cerebrales, es lo que propicia la aparición de los síntomas relacionados con el estrés.
Los mediadores químicos, que llevan los mensajes entre las células cerebrales, pueden ser: la serotonina (regulador del reloj interno), la adrenalina (regula y moviliza azúcares para que la energía no sea malgastada), noradrenalina (establece los niveles de energía) y dopamina (interviene en el mecanismo del dolor y dirige el «centro del placer»), entre otros.
El cuerpo intentará revertir naturalmente esta situación provocada por el estrés químico. Así mismo, sustancias como azucares, cafeína, alcohol, tabaco, drogas y solventes pueden generar alzas transitorias en los mediadores químicos cerebrales disminuyendo algunos de los síntomas parcial ó totalmente.
“Estas sustancias son capaces de estimular directamente los centros cerebrales del placer, pero el efecto es solo temporal. El balance de la química cerebral no puede hacerse en forma «manual», es un ajuste que sólo el propio cuerpo puede llevar a cabo. Por otro lado, todas las sustancias mencionadas causan un efecto de rebote, es decir, la persona presenta cambios repentinos en el estado de ánimo, se siente bien rápidamente, pero con la misma rapidez vuelve a sentirse mal.”, explica Marcelo Barroso Griffiths, Quiropráctico del IACE West Liberty Iowa USA y Director Ejecutivo de La Clínica de la Columna
Los tranquilizantes también se suelen utilizar para contrarrestar el estrés, pero su mecanismo de acción es diferente. Éstos no actúan regulando los mediadores químicos, sino que afectan al cerebro en ciertos receptores específicos y son efectivos por períodos cortos de tiempo (aproximadamente tres meses). Después, regresan los dolores y la fatiga, con el agregado de que causan adicción.
“Con un enfoque preventivo y vitalista, la quiropraxia enfoca su cuidado en lograr el correcto funcionamiento del sistema nervioso central, quitándole las interferencias que sobre él existen – como las subluxaciones vertebrales- ya que mediante ajustes de la columna vertebral despeja el canal medular logrando una excelente comunicación en el sistema nervioso central (que controla y coordina el funcionamiento de todo el cuerpo). Por consiguiente, el cuerpo puede reaccionar de manera adecuada al estrés químico, como también al físico o emocional”, afirma el especialista.
El ajuste quiropráctico se realiza sobre las subluxaciones vertebrales, ya sea de forma manual o con un pequeño instrumento y se lleva a cabo en una camilla. Por otro lado, es fundamental tener una actitud responsable en época de festejos y de excesivo calor, y estar atento a una buena alimentación.