La obesidad, un problema de peso
La obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por el aumento desmedido del total de la grasa corporal, la alteración del apetito y una disfunción metabólica del organismo para regular el gasto de energía.
Esta enfermedad no está vinculada a factores socioeconómicos, ni distingue sexo, ni edad. Sin embargo, sí existen factores que predisponen a padecerla:
Sedentarismo. La falta de actividad física reduce al mínimo el consumo de calorías que llevan al organismo a quemar grasa. La energía producida por los alimentos que no es consumida por el cuerpo, se va acumulando en forma de tejido graso.
Mala alimentación. Consumir alimentos con altos contenidos grasos e hidratos de carbono (casi siempre presentes en la comida chatarra), sumados a la escasa cantidad de frutas, verduras y agua.
Factores hereditarios. Predisposición, casos y tendencia familiar a la obesidad.
Factores psicológicos. Trastornos de la alimentación cono la sobre ingesta compensadora, esa compulsión de comer ante cualquier frustración.
Consecuencias para la salud. Las personas obesas tienen mayor riesgo de enfermar y morir. Entre las alteraciones más frecuentes están:
- Mayor predisposición a sufrir infartos.
- Hipertensión arterial.
- Problemas de colesterol.
- Insomnio, somnolencia o apnea de sueño.
- Mayor probabilidad de presentar cálculos en la vesícula.
- Aumento del ácido úrico.
- Artrosis y alteraciones articulares por la deformación y pérdida del tejido acasionado por el peso excesivo sobre la superficie ósea.
- Gota.
- Las mujeres obesas tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, endometrio y ovario.
- Los hombres obesos tienen predisposición al cáncer de colon, intestino y próstata.
Cómo medir el IMC. El Índice de Masa Corporal (IMC) es un indicador del peso de una persona.
A pesar de que no hace distinción entre los componentes grasos y no grasos de la masa corporal total, éste es el método más práctico para evaluar el grado de riesgo asociado con la obesidad.
Para calcularlo se debe elevar la altura de la persona al cuadrado y luego dividir el peso (en kilogramos) por ese resultado. La fórmula sería: IMC= peso (kg) / [estatura (m)]2
Si el resultado está entre 20 y 25 significa que se tiene un peso normal. Si es inferior hay problemas de bajo peso y si, por el contrario, el IMC arroja un resultado superior a 25, la persona tiene sobrepeso. Si el IMC supera los 30 puntos está indicando obesidad.