Consejos para lograr un descanso nocturno reparador
Mantener patrones de horarios regulares, evitar el consumo de alcohol o café antes de dormir, realizar regularmente actividad física, cenar ligero y evitar elementos distractores en la habitación son las recomendaciones brindadas por los expertos para lograr conciliar un descanso reparador.
Generalmente, las personas que padecen insomnio suelen buscar soluciones espontáneas al problema, utilizando a veces estrategias que aumentan la dificultad para dormir. Por el contrario, es importante educar al paciente para que desarrolle hábitos y actitudes más compatibles con el dormir, minimizando o eliminado factores externos que contribuyen al problema.
Por este motivo, expertos aconsejan seguir estos 8 consejos para aumentar las chances de dormir mejor:
- Mantener patrones de horarios regulares. Si uno cena, se acuesta y se despierta a la misma hora con frecuencia, el cuerpo se acostumbra a este ritmo y es más probable que se logre conciliar el sueño fácilmente.
- Cenar ligero y como mínimo dos horas antes de acostarse. Por la noche, no se precisa una gran cantidad de calorías, sino que una comida liviana es suficiente para aportar la energía necesaria. Una cena pesada o cercana al horario de sueño puede ser contraproducente.
- Evitar la ingesta de alcohol o café al final del día. Estas sustancias pueden tener un efecto contraproducente a la hora de intentar dormir.
- Realizar actividad física de manera regular. Si bien los efectos del ejercicio en el cuerpo son complejos y puede influir por múltiples razones, las sustancias que se generan al realizar deporte contribuyen a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, que se pueden asociar al insomnio.
- No hacer siestas de más de 30 minutos. Si bien una siesta corta durante el día puede ser beneficiosa para llegar a la tarde con más energía, si dura más de media hora, puede generar complicaciones para dormir de noche.
- Evitar pantallas o ruidos molestos. El celular, la televisión o luz que entre desde la ventana pueden atentar contra el sueño.
- Garantizar la comodidad. Asegurarse de sentirse cómodo en la cama y que la temperatura de la habitación sea agradable.
- Reservar la cama para dormir. El cerebro debe asociar a la habitación con el sueño, por lo que si se trabaja, lee o ve televisión en la cama, lograr dormir puede ser más complicado.
“Llevando a la práctica estos consejos, aumentan notablemente las posibilidades de conciliar un sueño profundo. El cuerpo debe prepararse para descansar: cualquier sustancia o agente que atente contra eso, será contraproducente. De allí las recomendaciones de seguir patrones, evitar comilonas, tabaco y café, y otros distractores”, explicó el Dr. Guillermo Eduardo Maligne, Director Asociado del Departamento Médico de Teva en Argentina.
Si con estos consejos aún no se logra dormir correctamente, existen algunas alternativas que podrían ayudar. Por ejemplo, existen medicamentos de venta libre inductores del sueño, específicamente desarrollados para contribuir a dormir mejor, pero es importante leer atentamente el prospecto antes de su administración.
Armonil Noche®, del laboratorio Teva, acaba de relanzarse renovando su empaque y difundiendo la campaña de concientización #BuenosSueñosMejoresDías orientada a lograr que las situaciones de la vida cotidiana no impacten en el descanso nocturno. Este medicamento está indicado para el alivio sintomático y temporario de los cuadros de insomnio.
“Este fármaco es una opción interesante como primera medida para personas que sienten dificultad para dormir. Además de las recomendaciones dadas, es una buena alternativa que prueben con este tipo de medicamentos. Sin embargo, si la situación no mejora y el paciente lo requiere, lo pertinente es consultar con el especialista en Medicina del Sueño para que juntos evalúen cuál es el mejor camino a seguir. Los fármacos de venta bajo receta son alternativas terapéuticas válidas para quienes las necesitan”, detalló el Dr. Maligne.
Dormir es importante porque restablece el equilibrio físico y psicológico básico de las personas. Cuando el sueño se altera al punto de afectar la calidad de vida de las personas, se está ante un caso de insomnio. Este puede ser primario, es decir, que no se identifica la causa o no se asocia a ninguna enfermedad, o secundario, en aquellos casos en los que aparece como consecuencia de alguna patología, trastorno, consumo de sustancias o factores ambientales o sociales[3].